Últimamente muchos se nos han acercado para preguntar qué significa realmente que un producto sea “orgánico”, así que hoy queremos despejar todas las dudas. Sobre todo porque cuando se trata de nuestra alimentación no sólo es importante conocer qué estamos consumiendo, sino que también existen en el mercado algunos términos que pueden terminar confundiéndonos.
Para empezar están los famosos productos que en el supermercado dicen “hechos con ingredientes naturales”. ¿Significa lo mismo a que sean orgánicos? ¡Absolutamente no! Palabras como éstas son utilizadas por las empresas con el fin de potenciar sus productos y atraer a un mayor número de consumidores interesados en la calidad de sus alimentos, pero lamentamos decirte que probablemente… se trate sólo de marketing.
Así que vamos a lo nuestro… ¿qué significa que algo sea orgánico? En Chile existe una normativa que exige que el proceso productivo de este tipo de productos cumpla ciertos estándares como: que el predio esté aislado para evitar la contaminación de vecinos; que exista un manejo y conservación del suelo mediante la aplicación de humus, compost u otro material rico en materia orgánica; que la vegetación nativa que lo rodea sea resguardada de posibles impactos; que no exista ningún tipo de contaminación de los alimentos y finalmente, que las plantaciones no sean rociadas con ningún tipo de productos sintéticos y/o químicos para el control de plagas.
En otras palabras, al comprar alimentos orgánicos obtienes un producto libre de pesticidas, fungicidas, plaguicidas, fertilizantes sintéticos y cualquier otro tóxico que pueda afectar tu salud negativamente, que además respeta los ciclos biológicos y fomenta la biodiversidad.
Pero… ¿cómo saber si lo que estoy comprando es realmente orgánico?
Desde 2007 todo producto orgánico que se venda en el país tiene que contar con una certificación que lo avale y cuya fiscalización está a cargo del Servicio Agrícola Ganadero (SAG). Esta certificación es hoy equivalente a la entregada por los países que conforman la Unión Europea.
Pero además, desde 2017, el mismo organismo cuenta con un Sello Orgánico, que distingue a los productos orgánicos o sus equivalentes llamados ecológicos o biológicos. Este sello puede estar presente en frutas, verduras y hortalizas, pero también en algunos alimentos procesados como mermeladas, compotas de futa, manjar, jugos, frutos secos, chocolate, barritas de cereal y aceites de oliva, siempre y cuando cuenten con la certificación que acredita que su producción es orgánica. También pueden usarlo feriantes o mercados que vendan frutas y hortalizas, aunque es probable que no lo tengan… en ese caso, se puede pedir la certificación para comprobar si efectivamente son orgánicos o no.
Eso sí, también hay que tener en cuenta que según la Ley 20.089 del Sistema de Certificación de Productos Orgánicos Agrícolas, para que un producto sea rotulado como orgánico, éste debe estar constituido en un 95% de ingredientes producidos orgánicamente, expresados en peso (masa) o volumen, excluidas el agua y la sal contenidas. El rótulo debe identificar los 3 ingredientes orgánicos principales que contiene el producto.
En cambio, para rotular un producto como “producido con ingredientes orgánicos”, éste debe estar constituido por, a lo menos, un 70% de sus ingredientes producidos orgánicamente, expresados en peso (masa) o volumen, excluidas el agua y la sal contenidas. El rótulo también debe identificar los 3 ingredientes orgánicos principales que contiene el producto.
Crédito Aldea Encuentro
La ley nacional además entrega una indicación sobre la ganadería orgánica estipulando las condiciones en las que deberían vivir, por ejemplo, las gallinas para ser consideradas orgánicas. Entre otras cosas, ésta explicita que no debería haber más de 580 ejemplares por hectárea, lo que juega un importante rol en su bienestar, ya que de esta forma no se encuentran hacinadas.
¿Dónde encontrar alimentos orgánicos en Santiago?
Nosotras les recomendamos ir a ferias orgánicas, ya que de esta forma se aseguran de estar comprando local y por ende además de comprar alimentos con una menor huella ambiental, estarán ayudando a campesinos y agricultores que han invertido mucho tiempo, trabajo y esfuerzo en sus cultivos.
Aquí les dejamos una lista de algunas de las más conocidas: